¿Qué es la escuela para padres?
Es un espacio de apoyo y sostén profesional para encarar y elaborar las dificultades constitutivas de ser padre. Se concurre cuando tienen necesidad de orientación, información o asesoramiento.
La paternidad y la maternidad son materia de la universidad, ni hay un manual de recetas.
Se busca ayudar a los padres a interiorizarse en su propia experiencia de paternidad a vivenciar sus vínculos actuales pasados para rescatar lo positivo y no repetir lo perjudicial, que ha causado dolor y sufrimiento.
La Escuela de Padres es un espacio de información, formación y reflexión dirigido a padres y madres, sobre aspectos relacionados con las funciones parentales. Es un recurso de apoyo a las familias con menores para que puedan desarrollar adecuadamente sus funciones educativas y socializadoras, y superar situaciones de necesidad y riesgo social; es uno de los programas de carácter preventivo que contribuyen a modificaciones de conductas y a la adquisición de pautas saludables de dinámica familiar.
La necesidad de aprender a ser padres no es nueva. Siempre se ha echado mano de las experiencias de otros padres, de los consejos de los abuelos, de los dichos y refranes y hasta de los cuentos infantiles cuando los hijos nos “dan” algún problema. Desde antiguo han sido padres y madres los que informándose y actuando han ido solucionando esos problemas: desde reducir la mortalidad infantil al enseñar a sus hijos hábitos alimenticios e higiénicos más saludables, hasta resolver problemas emocionales de los hijos al mejorar la comunicación padres–hijos o al ayudarles a valorarse positivamente.
Algunos objetivos son:
- Propiciar espacios de reflexión sobre situaciones cotidianas y sobre criterios básicos de funcionamiento del grupo familiar. •
- Favorecer la comunicación en el grupo familiar y con el entorno comunitario, facilitando la creación de redes sociales.
- Promover el conocimiento de las características evolutivas y necesidades del niño y del adolescente.
- Dotar a los padres y madres de recursos y habilidades que posibiliten un crecimiento integral de los hijos y del grupo familiar.
- Detectar lo antes posible las problemáticas del grupo familiar o de alguno de sus miembros.
- Promover la participación consciente y activa de los miembros del grupo en el proceso de enseñanza y aprendizaje desde los distintos roles
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